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Nuestros hijos, durante la adolescencia, van a sufrir continuos cambios de humor, salidas de tono y reacciones magnificadas. Saber, como padres, gestionar estas situaciones, marcará la diferencia entre una mejor o peor comunicación y la relación con ellos.

Desde el espacio de la atención plena podemos ofrecer a nuestros hijos un clima de acogida a sus cambios de humor y salidas de tono. Podríamos decir que las claves son:

• Evitar juzgar su comportamiento.
• No tomarlo como algo personal.
• Practicar la empatía y la asertividad.
• Dedicarles tiempo.
• Preguntar por sus necesidades.
• Respetar su espacio.

Nuestros hijos, durante la adolescencia, entran en proceso de cambio que les genera inseguridades y dificultades que les cuesta o no saben gestionar. En este marco suelen tener cambios bruscos de humor y expresiones verbales inadecuadas.

Es recomendable tomarnos el tiempo de escuchar  con presencia y atención dejando que las formas pasen a un segundo plano y centrando nuestra escucha sobre el verdadero mensaje subyacente de nuestros hijos.

Preguntarles lo que necesitan en ese momento, preguntar cómo podríamos ayudarles a expresarse mejor.

Estar presentes con ellos  sin entrar en el juicio y la reprobación pero ofreciendo una actitud abierta y asertiva. Si las formas no son las correctas podemos tratar de frenarlas evitando cortar la comunicación. Encontraremos un momento más adecuado para hablar con nuestros hijos sobre sus formas, pero respetando los diferentes espacios para relacionarse y comunicarse.

» Puedo comunicarme contigo y no estar de acuerdo, pero no obstante puedo seguir creando y fomentando una relación sana contigo» Este es un mensaje de acogida, que podemos ofrecer a nuestros hijos para que se sientan respetados como personas, sin cortar la comunicación ni el diálogo.

Gaëtane Hermans

Profesora de MBSR y Mindfulness certificada para adultos y niños. Equipo Programa Acude

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